lunes, 21 de noviembre de 2011

naranja mecánica


 ANÁLISIS DE LA NARANJA MECÁNICA

RESUMEN
La Naranja Mecánica es una película dirigida por Stanley Kubrik en 1971, basada en la novela original de Anthony Burgess publicada en 1962  que nos muestra algunos aspectos violentos basados en la propia experiencia del autor; cuenta la historia del adolescente Alex y sus tres “drugos” o amigos  en un mundo próximo de crueldad y destrucción viviendo en una Londres supuestamente futurista en donde la tecnología convive con las miserias propias del siglo XIX.
Adentrándonos en la película nos encontramos con un mundo de simbolismo y un lenguaje un tanto extraño para muchos, pero la razón de esto se lo debemos a su autor, Burgess,  quien fue un lingüista polí­glota, apasionado de los idiomas, dialectos y jergas.
La siempre increíble Naranja Mecánica es hoy en día toda una obra de arte en todos los sentidos, es imposible no reconocer los distintos tópicos que engloban su grandeza plasmada tanto en un libro como en una pantalla y que merecen y deben ser analizados detenidamente para tener un mejor entendimiento de una obra complicada y que por lo mismo muy pocos entienden.

INTRODUCCIÓN
La Naranja mecánica es una obra que ni en su literatura y mucho menos en su cinematografía se olvida  con el tiempo  y que sabemos está mayoritariamente compuesta de una serie de signos y temas que son de gran importancia y que requieren un análisis conciso y preciso pues se trata de una película cuya base radica en la interioridad de su director, el grandísimo Stanley Kubrick quien es uno de los cineastas más influyentes del S. XXI, y que trata un tema distintos temas tan candentes e intrigantes tanto en la actualidad como en aquellos tiempos entre los que destacan la violencia y la búsqueda de la libertad.
Se la considera parte de la tradición de las novelas distópicas británicas, sucesora de trabajos como Un mundo feliz del increíble Aldous Huxley la cual también causó gran controversia ya que al igual que La Naranja Mecánica nos muestra una utopía irónica y ambigua en donde la sociedad es completamente diferente y los personajes viven en una época lejana y en un ambiente surrealista y remoto.
El verdadero objetivo de La Naranja Mecánica no es describir y hacernos vivir en una sociedad distópica si no solo algunas de sus consecuencias. En este caso la ultra- violencia expresada por grupos de jóvenes que se dedican a apalear, robar e incluso matar en este mundo incierto en que viven.

LA PELÍCULA

Si un libro tiene gran éxito, es cuestión de tiempo que lo transformen en un film. La naranja mecánica no fue la excepción. Y no fue cualquier director quien se puso el proyecto al hombro, sino Stanley Kubrik, guste o no, uno de los artistas más respetados e influyentes de los últimos cincuenta años. Probablemente La Naranja Mecánica sea su principal y más grande éxito.

Las películas son una dramatización de la realidad.  En el caso de La naranja mecánica se aborda el tema de la intervención psicológica mediante una trama en la cual ésta sale malparada.  El mensaje sería: dejemos de jugar a ser dioses y permitamos que las cosas sigan su curso.
La película tuvo gran influencia y repercusión anteriormente en la sociedad, tanto es así,  que se cometieron crímenes en Inglaterra inspirados en la película, además causó gran controversia debido a los tópicos abordados dentro de la película por lo que fue censurada y en algunos casos,  prohibida en diversos países en algunos de los cuales continúa así hasta la fecha.

Muchos recuerdan la historia en un entorno futurista. En realidad, se trata básicamente de una ciudad de tiempo indeterminado, más oscuro, cruel y pesimista ideal para el mensaje anti- utópico pretendido por Burgess: “es mejor ser malo por conveniencia que ser bueno por obligación”.
 Además, la novela es un análisis acerca del comportamiento humano, sobre ser bueno o malo y   hace referencia a los métodos de rehabilitación vinculados al behaviorismo o psicología del comportamiento. Para explicarlo brevemente, consistían en someter a seres vivos a pruebas de estímulo-respuesta por medios empíricos, y trabajar sobre su conducta, pero hablaremos del conductismo más adelante en la investigación.
El papel de Alex estuvo a cargo de Malcolm McDowell, quien convirtió al personaje en todo un ícono de la película y del cine en general; resulta imposible imaginar a otro actor en ese papel que ha trascendido a través del tiempo y ha marcado a generaciones quiénes ven a la película y específicamente al protagonista como un personaje de culto.

La adaptación de La naranja mecánica, de la literatura al cine a cargo de Kubrik es muy fiel a la novela a excepción de uno de sus capítulos que no fue incluido en la película.

El director aprovecha para plasmar las obsesiones de su cine: la violencia como un camino a seguir, la música, los ambientes blancos y fríos.

Durante el rodaje, Kubrik, quien tiene un cameo en la escena de la disquería, también hizo gala de su ultra meticuloso y hasta sádico método de dirección, basado en conseguir la perfección absoluta.

“La película de Stanley Kubrik se caracteriza por extremas y perspectivas audacias de experimentación formal: acelera o ralentiza el tiempo narrativo, utiliza la composición en friso durante la escena en que la pandilla actúa como conductores suicidas, utiliza a veces la cámara manual, recurre al collage con fragmentos de películas antiguas, en algunas ocasiones anticipando la técnica del videoclip, engendra el género de las películas ultra-violentas, que tanto juego daría posteriormente, y utiliza la innovadora música electrónica en el recién creado sintetizador Moog del compositor Walter Carlos, ahora Wendy Carlos tras su cambio de sexo. La estética de la película, asimismo, es rompedora en el lenguaje y en el ímpetu desmitificador y cínico que trasluce.” (http://www.claqueta.es/articulos/la-naranja-mecanica-a-clockwork-orange-2.htm)

SIGNOS Y SIMBOLISMO
Dentro de La Naranja Mecánica nos encontramos con una serie de “signos” que debemos analizar, pero primero debemos definir al signo. “Un signo, o representamen, es algo que para alguien representa o se refiere a algo en algún aspecto o carácter, se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o tal vez un signo aún más desarrollado. Este signo creado es lo que yo llamo el interpretante del primer signo. El signo está en lugar de algo, su objeto está en lugar de ese objeto, no en todos los aspectos, sino solo con referencia a una suerte de idea, que a veces he llamado el fundamento del representamen.” (Peirce Charles s. 1974, Extractos de La ciencia de la semiótica, Buenos Aires, Nueva Visión.  )
A continuación vamos a analizar algunos de los signos que encontramos dentro de esta inigualable película.
Muy célebre es el comienzo de “La Naranja Mecánica”, cuando Kubrick nos introduce al mundo que habrá de mostrarnos. Observamos un zoom out desde el ojo de Alex, el protagonista, quien tiene en uno de sus ojos una enorme pestaña postiza. Este zoom nos indica precisamente eso, la mirada subjetiva y algo bizarra del personaje, cuyo adorno puede interpretarse como su visión propia y única del universo que le rodea. Observamos también que se encuentra rodeado de un grupo de compañeros, todos vestidos de blanco, dato curioso al tratarse de delincuentes, siendo que el color blanco está universalmente relacionado con la pureza. Y valga decir que estos personajes no tienen nada  de puros. Este dato se confirma al ver que beben leche, pero una leche con algún tipo de estimulante. Como sabemos la leche, aparte de ser blanca, está considerada como el alimento puro  y maternal por excelencia. Los personajes extraen este líquido de unas estatuas femeninas, precisamente de sus pechos, lo que nos adentra aún más en la dimensión de lujuria que nos quiere mostrar el director.
Esto nos quiere decir, desde ya, que el mundo que Kubrick nos presentará en su obra nada tiene que ver con las apariencias, es decir, que las cosas no son como se ven, postulando una especie de doble estándar que más adelante se evidenciará con mayor fuerza. Incluso, me atrevería a afirmar que precisamente el doble estándar es uno de los temas con mayor presencia en la película.
Podemos decir que Stanley Kubrick cuidó hasta el más mínimo detalle en su obra, demostrando que para hacer buen cine no sólo se necesita tener buenas tomas o buena edición, sino que cada detalle es fundamental para situar al espectador en el mundo que se quiere mostrar. Es el particular uso de cada elemento dentro del cuadro el que le da vida a la película. Hasta la más mínima mirada influye sustancialmente en la percepción del espectador.

ANÁLISIS PSICOLÓGICO DE ALEX DE LARGE
Alex es un joven que tiene dos pasiones: la violencia extrema y la música de Beethoven.  Él y su banda descargan sus instintos más violentos pegando, violando y aterrorizando a la población.  Cuando esta escalada de terror llega hasta el crimen, Alex es detenido.  Ya en prisión, se somete voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación (el tratamiento Ludovico) que pretende anular cualquier atisbo de conducta antisocial.
Se ha afirmado que Alex representa al hombre en su estado natural. De hecho, el autor de la novela le otorgó un aspecto simbólico al nombre del personaje principal, ya que A-lex significa, literalmente, “sin ley”, representando a un hombre sin ley o a una ley en sí misma.
“La violencia de este personaje, un adolescente que es considerado hoy, desde el modelo del DSM IV norteamericano, como un sociópata o alguien con un trastorno de la personalidad que podemos definir como antisocial, es necesario relacionarla con el terror que sus víctimas sufren.”(López Navarro Julio, 1995, “Las Mejores Películas de Todos los Tiempos”, Ediciones Pantalla Grande.)
 Terror y violencia son aspectos de la conducta de los individuos humanos, y este asunto es central en La Naranja Mecánica. Alex, visto desde la psicología conductista, es un perfecto individuo para ser elegido por la estrategia científica que pretende ser utilizada como plataforma política de los representantes de la nueva manera de hacer que la democracia sea funcionalmente capaz de compaginar control y libertad. El programa llamado Ludovico se presenta ante los medios de comunicación, ante la opinión pública, como la superación de una vieja etapa de la democracia autoritaria y alejada de la ciencia.
“Si analizáramos la película, y en especial el comportamiento de Alex, desde coordenadas psicoanalíticas, los sueños que Alex tiene y las ensoñaciones al leer la Biblia, cuando se identificaba con el soldado romano que azotaba a Jesucristo, disfrutando del dolor que le causaba al condenado a muerte en la Cruz, podemos encontrar el triunfo del tánatos freudiano sobre el Súper Yo que Alex nunca asimiló, pues su posibilidad de equilibrar Eros y Tánatos mediante el Ello o principio de realidad lo llevaba precisamente a no ser consciente de la maldad de sus acciones, a no sentir culpa alguna, más bien un placer enfermizo vinculado a la música de Beethoven o de Rossini, incluso juega Kubrick con la música de Mozart en el Requiem sonando en algunas escenas finales, donde la muerte del propio Alex estuvo a punto de provocar la caída de un Gobierno, o al menos de un Ministro, que jugó a salvar a la Sociedad de los individuos o grupos de individuos que la aterrorizan utilizando las técnicas conductistas del Tratamiento  Ludovico.” (http://mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_1499.shtml)
La Naranja Mecánica nos  cuenta la historia de un joven criminal, violador y asesino que es sometido por el estado al tratamiento Ludovico, que implicaba  obligarlo a mirar imágenes de extrema violencia bajo el efecto de ciertas drogas que le producen sensaciones fí­sicas de angustia y muerte. Así­ condicionan su cuerpo a rechazar los actos de sexo o violencia, y como efecto colateral, condicionándolo contra la música clásica que acompañaba la proyección de los filmes. El tratamiento no suprime el impulso a hacer el mal, sino la conexión entre impulso y acto: en el futuro, cada vez que el sujeto sienta el deseo de violar o lastimar, un reflejo condicionado de náusea y pánico lo paraliza. Así­ deja de ser una amenaza para la sociedad, pero también deja de ser un ser humano.
“Si el conductismo skinneriano es vinculado, como al parecer hace Kubrick, con la estrategia política de la reinserción de los individuos que han perpetrado crímenes horrendos, tenemos ahora una crítica implacable por parte del director al modelo político de las democracias que pretenden rentabilizar políticamente cualquier cosa que les permita mantenerse en el Poder.”  (Bueno Gustavo, 2004,  La vuelta a la caverna, Barcelona, Ediciones B)
Relacionando también a Alex con el conductismo propuesto por Burgess dentro de La Naranja Mecánica, este debe probar que quien es libre para elegir el mal también lo es para elegir el bien, y en el último y controvertido capí­tulo Alex, sin que nadie lo presione, se cansa de la mala vida y decide convertirse en un ciudadano modelo. Como teologí­a, como teorí­a social o psicologí­a puede ser aceptable; como literatura, equivale a asesinar la novela.
Al final Alex  comprende que la libertad tiene un precio muy alto.
CONCLUSIÓN
Como anteriormente lo mencionaba, son muchos los temas tratados en La Naranja Mecánica, el sexo, la culpa, el pecado, el perdón, el poder, el instinto, la humanidad, la sociedad, la política, la cultura, la religión, la libertad, etcétera.
Sin embargo, creo que depende de cada individuo adaptarla a su propia vida, a sus propias vivencias pues, por sobre aunque para muchos ésta parezca una película sin sentido y hasta cierto punto rara, la obra nos invita a reflexionar acerca del “todo”, siendo ese “todo” diferente en cada persona.
El argumento propuesto por Burgess en su novela y por Kubrik en su filme es correcto y sorprendentemente preciso al mismo tiempo sin ser nada del otro  mundo, pero esta forma de expresar los pensamientos, este argot tan casero y a la vez tan lejano provoca que esta obra de arte  alcance otra dimensión y que penetre más en tu cabeza.
Una buena novela que proporciona una mensaje directo sobre las repercusiones de una sociedad distópica futura. Un mensaje del cual la sociedad actual ciertamente puede aprender mucho.


BIBLIOGRAFÍA
·         ususarios.multimania.es/actualcine/weboscar/clásicos/lanaranjamecanica/naranja.html
·         http://www.claqueta.es/articulos/la-naranja-mecanica-a-clockwork-orange-2.htm
·         Peirce Charles s. 1974, Extractos de La ciencia de la semiótica, Buenos Aires, Nueva Visión
·         López Navarro Julio, 1995, “Las Mejores Películas de Todos los Tiempos”, Ediciones Pantalla Grande.
·         http://mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_1499.shtml
·         Bueno Gustavo, 2004,  La vuelta a la caverna, Barcelona, Ediciones B
·         Burgess Anthony, 1962, La Naranja Mecánica , Reino Unido, William Heinemann